Uno de cada ocho hombres que lea esta noticia tendrá, a lo largo de su vida, un cáncer de próstata. No es una frase hecha: es la estimación de las sociedades científicas, que sitúan al cáncer de próstata como el tumor más frecuente en varones en España, con más de 32.000 nuevos diagnósticos al año. La mayoría de los casos aparecen en edades avanzadas, pero sus consecuencias afectan directamente a familias enteras.
La parte positiva es igual de contundente: gracias al diagnóstico precoz y a los avances en los tratamientos, la supervivencia a cinco años ronda el 90 % en países como España. Cuando se detecta a tiempo y el tumor está localizado, las probabilidades de seguir vivo al cabo de cinco años se acercan al 100 %. El gran enemigo, por tanto, no es solo el tumor: es llegar tarde.
El cáncer de próstata es, hoy por hoy, el tumor del que menos se habla y, sin embargo, uno de los que más hombres va a sufrir a lo largo de su vida. Lo resume con claridad el urólogo Miguel García Sanz, especialista en cáncer de próstata y cirugía mínimamente invasiva del Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE): “Aproximadamente uno de cada ocho, uno de cada diez varones vamos a tener un cáncer de próstata como diagnóstico absoluto”.
En una conversación en “Es la Mañana de León”, el especialista recuerda que, afortunadamente, gracias al avance de la medicina, el cáncer de próstata es hoy muy tratable, pero lanza un aviso importante: la clave está en llegar a tiempo. Y ese “llegar a tiempo” depende tanto de las pruebas como de algo muy humano: vencer el pudor.
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El tumor más frecuente… y aún un tema del que cuesta hablar
García Sanz insiste en que el cáncer de próstata sigue siendo el tumor más diagnosticado en varones en nuestro país. Cada año se detectan en torno a 32.000 nuevos casos, y esa cifra se traduce en una realidad muy concreta: familias, amigos, pacientes que, de repente, escuchan esa palabra.
Lo que muchos desconocen es que no todos los cánceres de próstata son iguales. El urólogo lo explica con una metáfora sencilla: “Una cosa es que te diagnostiquemos un cáncer de próstata, pero luego hay que ponerle apellidos. Hay tumores indolentes que podemos simplemente seguir en consulta, y otros que, por desgracia, son muy agresivos”.
El problema es que, en la mayoría de los casos, el tumor es silencioso. Entre el 80 y el 90 % de los tumores de próstata no dan síntomas al inicio. Es decir: puedes encontrarte bien, orinar razonablemente bien… y aun así tener un cáncer que solo se ve en una analítica o en pruebas específicas.
A esto se suma un obstáculo muy masculino: el pudor. “Sigue dando pudor hablar de temas de próstata”, reconoce. “Muchos hombres aún tienen reparos para asumir su salud, ir al médico de cabecera o al especialista”. Ese retraso en pedir ayuda puede marcar la diferencia entre un tumor localizado y una enfermedad avanzada.
PSA y revisiones: menos miedo y más prevención
Durante la entrevista dedica buena parte del tiempo a explicar con calma qué es el PSA y cómo se hacen hoy las revisiones de próstata. El PSA es un marcador en la sangre producido por la próstata. Todas las próstatas generan PSA, pero cuando los niveles se alteran o se elevan de forma llamativa, puede ser una pista de que hay un tumor detrás.
La buena noticia es que la primera revisión ya no tiene por qué ser traumática: “Ahora mismo, cuando hacemos un screening de próstata, muchas veces se reduce a una analítica y, en ocasiones, una ecografía. El temido tacto rectal no es obligatorio en todos los casos, sobre todo en esa primera valoración”.
A partir de aquí, el especialista resume muy claro: Varones sin antecedentes especiales: empezar a vigilar la próstata a partir de los 50 años, con analítica de PSA y valoración por el médico. Hombres con varios familiares con cáncer de próstata: adelantar esa revisión a los 45 años. Casos con mutaciones genéticas de riesgo (como BRCA2) u otros tumores en la familia: empezar incluso hacia los 40.
El mensaje es directo: no esperar a tener síntomas. Y, si los hay —chorro débil, tener que levantarse muchas veces por la noche, dificultad para iniciar la micción—, consultarlo cuanto antes. La próstata, explica el doctor, es una glándula que sigue creciendo toda la vida, y eso puede producir molestias urinarias sin que haya cáncer… o cáncer sin apenas molestias: por eso la revisión es insustituible.
Cuando la enfermedad avanza: metástasis y nuevas terapias
¿Qué ocurre cuando el cáncer ya ha dado metástasis? En la entrevista, García Sanz habla de aproximadamente un 10 % de tumores prostáticos que pueden acabar en una fase avanzada, con metástasis, fundamentalmente óseas.
La diferencia con hace unos años, sin embargo, es enorme: “En los diez últimos años, esta fase de la enfermedad, que antes era directamente paliativa, ha cambiado mucho. Se han logrado triplicar la supervivencia del cáncer de próstata metastásico con nuevos fármacos y tratamientos muy bien tolerados”. Esto permite que muchos pacientes, incluso con metástasis, puedan seguir con una buena calidad de vida durante años. Y el propio urólogo recuerda que hay nuevas líneas de tratamiento en el horizonte, a la espera de aplicarse en los próximos años.
Próstata Hub: información rigurosa para pacientes y médicos, desde León
Una de las grandes novedades que se explican en la entrevista es Próstata Hub. No es un proyecto individual, sino una iniciativa que nace desde el Servicio de Urología del CAULE, con la vista puesta en toda la comunidad hispanohablante. “Próstata Hub pretende ser una plataforma en la que podamos poner información sobre los diferentes estadios del cáncer de próstata, los tratamientos, y también recomendaciones sobre dieta, ejercicio o medicamentos que los pacientes nos preguntan continuamente en consulta”.
La idea es que esta plataforma, de acceso libre, sirva tanto a: Pacientes y familiares, que podrán resolver dudas con contenido claro y veraz. Médicos de familia y especialistas, que encontrarán materiales de referencia para su trabajo diario.
Según explica el urólogo, la web está en desarrollo y se calcula que pueda estar disponible hacia mediados de 2026, convirtiéndose en una de las primeras plataformas centradas exclusivamente en cáncer de próstata y en castellano. El proyecto se inspira en experiencias consolidadas en otros tumores, como el cáncer de mama, y aspira a incorporar la mirada de profesionales de otros países hispanohablantes.
“Lola”: la inteligencia artificial que llama a los pacientes
El segundo gran proyecto que se desgrana en la entrevista es “Lola”, un sistema de seguimiento telefónico apoyado en inteligencia artificial conversacional. García Sanz lo describe como una herramienta complementaria: “Es una iniciativa que nace para hacer un seguimiento a mayores de los pacientes. Nosotros tenemos protocolizadas las consultas presenciales, pero ahora, entre visita y visita, una inteligencia artificial conversacional les llama por teléfono para preguntar cómo están”.
“Lola” formula una serie de preguntas sobre síntomas, molestias, estado general… y, si alguna respuesta levanta sospechas, lanza una alerta al equipo de Urología, que revisa el caso y decide si hay que adelantar una consulta o hacer nuevas pruebas.
La clave, subraya el doctor, es que no sustituye al médico ni a la consulta presencial, sino que: “Si la revisión es cada seis meses o cada año, metemos entre medias alguna llamada telefónica para saber si ha surgido algo reseñable que pueda ayudarnos a cuidar mejor al paciente”. En un sistema sanitario en el que es imposible ver cada quince días a cada paciente, esta herramienta actúa como un “radar” entre consultas, evitando que problemas importantes pasen desapercibidos durante meses.
Un trabajo de equipo desde Urología del CAULE
Aunque la entrevista tenga como protagonista a Miguel García Sanz, él mismo lo deja claro: todo esto es un esfuerzo de equipo. “En eso, yo creo que el Servicio de Urología, liderado por el doctor Alonso, está siempre pendiente para intentar favorecerlo”.
Consultas, quirófanos, investigación, nuevos proyectos como Próstata Hub o el seguimiento con “Lola”… Nada de esto se hace en solitario. Detrás hay un servicio completo de Urología, enfermería, otros especialistas, médicos de familia y asociaciones de pacientes con las que el doctor colabora frecuentemente en charlas y actividades de divulgación.
Y el mensaje final, lanzado desde León pero válido para cualquier hombre, se podría resumir así: Pierde el miedo a hablar de tu próstata. Pregunta por el PSA cuando te toque. Si tienes factores de riesgo, no esperes.
Porque, como recuerda el propio urólogo, en el cáncer de próstata la prevención y el diagnóstico precoz son, muchas veces, el mejor tratamiento. Y en esa batalla, el trabajo discreto que se hace desde servicios como el de Urología del CAULE puede marcar la diferencia.