La Diputación de Salamanca, Eurocaja Rural y la Universidad de Salamanca han sellado un acuerdo de colaboración con el que buscan revertir la creciente falta de servicios financieros en numerosos municipios de la provincia. El protocolo, firmado en la Sala de las Comarcas del Palacio de La Salina, pretende ofrecer alternativas a un problema que se ha intensificado tras el cierre continuado de oficinas bancarias en las últimas décadas.
El Presidente de la institución provincial, Javier Iglesias, destacó que este paso “refuerza la garantía de que ningún municipio de Salamanca se quede sin servicios esenciales como los financieros”, recordando que la exclusión bancaria se ha convertido en un freno para la vida cotidiana en el medio rural y también para su futuro económico. Iglesias subrayó que esta alianza complementa iniciativas previas como el bibliocajero, dos cajeros móviles que atienden ya a 130 localidades y que han permitido devolver el acceso al efectivo a cientos de vecinos.

El acuerdo abre la puerta a que Eurocaja Rural estudie la implantación de nuevas sucursales o agencias financieras allí donde actualmente no existe ningún tipo de atención bancaria. Su Director General, Víctor Manuel Martín, insistió en que el compromiso de su entidad pasa por mantener un modelo de proximidad que no deje atrás a los habitantes de los pueblos: “Tenemos voluntad de presencia en el medio rural y un compromiso claro con la provincia de Salamanca para fijar población y generar oportunidades”, afirmó. Martín recordó que el 13 % de sus oficinas ya se ubican en municipios de menos de 1.000 habitantes, lo que demuestra —dijo— que la “atención personalizada” sigue siendo viable incluso en zonas con fuerte despoblación.
A través de este convenio, también se organizarán encuentros con ayuntamientos interesados para analizar su situación y valorar la apertura de nuevos servicios financieros en aquellos lugares donde la ciudadanía no dispone de alternativas.

La Universidad de Salamanca desempeñará un papel clave en el impulso formativo y tecnológico del proyecto. Su Rector, Juan Manuel Corchado, señaló que la institución académica aportará capital humano y conocimiento especializado para reforzar el sistema financiero rural. Explicó que el plan permitirá “llevar a jóvenes titulados de la USAL al campo para un servicio tan importante como el financiero”, integrando acciones de asesoramiento, formación y desarrollo tecnológico orientadas a dinamizar el entorno. Además, remarcó que el objetivo final es “revitalizar nuestro campo en una provincia como Salamanca y avanzar más rápido en la dirección adecuada ofreciendo un crecimiento sostenible”.
Estas acciones se canalizarán principalmente a través de la Cátedra de Inteligencia Artificial Fiable y Reto Demográfico, que pondrá a disposición de la provincia herramientas digitales y proyectos innovadores capaces de detectar necesidades, mejorar la atención y promover nuevas oportunidades para emprender y asentarse en los municipios.

La Diputación considera a la USAL “un socio estratégico para promover la investigación, la innovación y la retención del talento vinculado al mundo rural”, tal y como resaltó Iglesias, que ve en este pacto un ejemplo de cooperación institucional para responder a uno de los desafíos más urgentes de la provincia.
Con esta alianza a tres bandas, Salamanca busca no solo recuperar servicios bancarios, sino dar un salto adelante en la modernización y revitalización de sus pueblos, combinando proximidad, formación y tecnología para ofrecer nuevas oportunidades donde más se necesitan.