
El Ayuntamiento de Salamanca ha anunciado una reordenación del tráfico en el entorno del convento de San Esteban con el objetivo de incrementar la seguridad de peatones y conductores, facilitar el tránsito de los autobuses urbanos y metropolitanos y reforzar la protección del Puente del Soto, un bien patrimonial del siglo XVI.
La medida, presentada por el concejal de Tráfico y Transportes, Ángel Molina, y el de Fomento, Fernando Carabias, busca dar solución a los problemas generados en los últimos meses por los desvíos de líneas de bus obligados por las obras de mejora de la zona peatonal. Entre ellos, el difícil giro de los vehículos en la calle Juan de la Fuente, que obligaba a invadir parcialmente la acera junto a la Torre de los Anaya, y el tránsito indebido de peatones bajo el Puente del Soto.
Principales cambios
La reordenación incluye la inversión del sentido del tráfico en varias calles:
Arroyo de Santo Domingo: los autobuses ya no tendrán que girar por Juan de la Fuente. El primer tramo, correspondiente al Puente del Soto, será de uso exclusivo para transporte público.
Calle Rosario: pasará a ser acceso a la Gran Vía desde Canalejas, con un carril y semáforo especial que se activará solo al paso de autobuses.
Marquesa de Almarza: invertirá el sentido para convertirse en vía de entrada desde Gran Vía.
Estas modificaciones supondrán un ligero aumento del tráfico en el paseo de Canalejas, aunque el Ayuntamiento asegura que se compensará con una mayor fluidez gracias a los nuevos semáforos. Además, los autobuses urbanos ampliarán su recorrido en 470 metros, pero ganarán tiempo en la Gran Vía al reducirse la circulación.
Obras en el entorno del Puente del Soto
Las actuaciones previstas incluyen la modificación de isletas y bordillos para facilitar el paso de los autobuses y, al mismo tiempo, impedir el tránsito de peatones bajo el puente. Se vallará la zona ajardinada, se eliminarán accesos engañosos y se ampliarán espacios de giro.
El concejal Fernando Carabias subrayó que estas intervenciones permitirán “incrementar la seguridad, facilitar el transporte público y proteger un patrimonio histórico como el Puente del Soto”.
Por su parte, Ángel Molina pidió paciencia a la ciudadanía para adaptarse a los cambios: “Es una reordenación muy estudiada, que se ha probado en ocasiones anteriores y que resultará muy beneficiosa para conductores, peatones y usuarios del bus”.