El Ayuntamiento de Salamanca ha entregado las Medallas de Oro de la ciudad de 2025 en una ceremonia institucional celebrada en el Teatro Liceo, en la que el Consistorio ha querido poner en valor el papel de la mujer desde dos realidades distintas pero complementarias: el trabajo social de base y la excelencia científica. Los galardones han recaído en la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios y en la hematóloga María Victoria Mateos.
El acto, presidido por el Alcalde Carlos García Carbayo, estuvo marcado por un tono emotivo desde el inicio, con un recuerdo a los recientemente fallecidos Sebastián Battaner y Silvestre Sánchez Sierra, también Medallas de Oro de la ciudad. Durante su intervención, Carbayo subrayó que los reconocimientos de este año suponen un homenaje “al talento, la constancia y la generosidad” de tantas mujeres que han contribuido de forma decisiva a construir la Salamanca actual, muchas veces lejos del foco mediático.
El regidor destacó que, aunque se trata de trayectorias muy diferentes, ambas distinciones comparten un mismo hilo conductor: la dignidad del trabajo bien hecho y la vocación de servicio. En el caso de la Asociación de Amas de Casa, puso el acento en su carácter pionero y en el papel que desempeñó durante décadas como espacio de apoyo para mujeres que no encontraban respuesta en otras instituciones, afrontando situaciones de soledad, violencia o dificultades económicas con recursos limitados pero con una fuerte implicación voluntaria.
Carbayo reconoció además que la ciudad tenía una deuda pendiente con este colectivo, al que agradeció su labor educativa en valores como la igualdad y la responsabilidad. En ese contexto, tuvo palabras de reconocimiento para quienes han liderado la entidad a lo largo de los años, desde María Luisa Oliete hasta su actual presidenta, Gracia Sánchez, a la que definió como un ejemplo de compromiso cívico y vocación de servicio.
En nombre de la Asociación, Gracia Sánchez recogió la Medalla, recordando a las mujeres que dieron forma a la entidad desde finales de los años setenta. En su discurso, evocó una etapa en la que la asociación era el único lugar al que muchas acudían en busca de ayuda ante situaciones de violencia, drogodependencias o enfermedades mentales en el entorno familiar. También reivindicó el papel de la entidad en la defensa de los derechos de los consumidores, incluso antes de que existiera una legislación específica, una lucha que —según señaló— continúa vigente medio siglo después.
La segunda Medalla de Oro fue para María Victoria Mateos, referente nacional e internacional en el ámbito de la hematología. El Alcalde destacó su trayectoria como ejemplo de cómo Salamanca es capaz de atraer, formar y retener talento en sectores estratégicos como la ciencia, la investigación y la medicina. En este sentido, subrayó también el nivel del Hospital de Salamanca, al que definió como un complejo moderno y humano, donde la tecnología y la cercanía al paciente van de la mano.
En su intervención, Mateos aseguró que Salamanca ha sido mucho más que un lugar de trabajo en su carrera profesional, destacando la “forma de hacer las cosas” que se transmite en la ciudad, basada en el rigor, la reflexión y la responsabilidad social. La hematóloga quiso dedicar el reconocimiento a sus pacientes y a sus familias, a quienes definió como una fuente constante de aprendizaje y fortaleza. Cerró su discurso con un mensaje de futuro, convencida de que las ciudades que apuestan por el talento, la igualdad de oportunidades y la innovación responsable serán las que lideren los próximos años, y situando a Salamanca entre ellas.