
En plena expansión del debate sobre la implantación de tasas turísticas en España, el Ayuntamiento de Salamanca y la Junta de Castilla y León se desmarcan por completo de esta posibilidad. Ni el equipo de Gobierno de Carlos García Carbayo ni la Consejería de Cultura y Turismo contemplan, por ahora, aplicar este tipo de recargo a quienes pernocten en la ciudad, pese a que podría suponer más de un millón de euros anuales en ingresos municipales.
Un euro por noche: una cifra simbólica, pero significativa
Con más de 1,15 millones de pernoctaciones registradas en la capital charra en 2024, una tasa turística de un euro por noche —como la aplicada en muchas capitales europeas— permitiría reforzar las arcas municipales sin representar un gran esfuerzo económico para el visitante. A pesar de ello, fuentes municipales recuerdan que la competencia para aplicar esta medida es autonómica, y que no existe aún en Castilla y León un marco legal que lo permita.
A ello se suma la negativa política: el equipo de Gobierno municipal ha reiterado en varias ocasiones que gravar el turismo podría suponer una pérdida de atractivo frente a otras ciudades que no imponen este tipo de tributos.
El turismo crece, pero las estancias se acortan
El sector turístico de Salamanca, aunque resistente, aún no ha recuperado los niveles anteriores a la pandemia. En el primer semestre de 2025 se registraron 537.732 pernoctaciones, un 0,6% menos que en el mismo periodo de 2024, lo que equivale a unos 18 turistas menos por noche. Lo llamativo es que el número de visitantes ha aumentado un 3,5%, lo que indica que los viajeros acortan su estancia.
Este fenómeno puede explicarse, en parte, por el incremento de los precios: la tarifa media hotelera ha subido un 5% en el último año, alcanzando los 71 euros por noche. En los últimos tres años, el encarecimiento acumulado ronda el 13%.
Otras ciudades sí avanzan en esta vía
Mientras tanto, municipios como Vigo ya han anunciado la próxima implementación de una tasa turística de entre 1 y 2,5 euros por noche, tras la aprobación del marco normativo autonómico en Galicia. Esta vía ya funciona en Cataluña desde 2012, en Baleares desde 2016 y está en tramitación en el País Vasco, donde se ha alcanzado un acuerdo entre diputaciones y ayuntamientos.
En la Comunidad Valenciana, sin embargo, la propuesta fue derogada antes de entrar en vigor debido a la presión del sector turístico.
La oposición pide abrir el debate en Salamanca
Desde la oposición municipal, el PSOE defiende que Salamanca no puede quedar al margen de un debate que ya se ha extendido por toda Europa. Su portavoz, José Luis Mateos, propone destinar la recaudación de esta hipotética tasa a servicios e infraestructuras directamente relacionados con el turismo, y apuesta también por gravar con más intensidad a los pisos turísticos.
“El turismo consume servicios municipales que hay que mantener, y una tasa bien planteada no espanta al visitante”, afirma Mateos, convencido de que tarde o temprano esta medida llegará.