
Años de espera tocan a su fin. A comienzos del próximo año Santa Marta de Tormes recibirá agua procedente de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Salamanca, gracias a un acuerdo institucional sin precedentes que pone fin a uno de los grandes problemas históricos del municipio: la mala calidad del agua del grifo.
El proyecto contempla una inversión de casi 1,2 millones de euros que permitirá acometer la conexión directa entre la ETAP de Salamanca y los depósitos de Santa Marta. En total, serán más de 20.000 vecinos los beneficiados por esta ampliación del servicio, que también abastecerá a núcleos como El Marín, Las Dunas o el Polígono Industrial de Los Villares.
El alcalde de Santa Marta, David Mingo, ha calificado el acuerdo como "un paso de gigante que soluciona una reivindicación de muchos años", y ha subrayado que “por fin los vecinos van a poder abrir el grifo sin preocuparse por la turbidez, el sabor o la dureza del agua”.
La nueva red se integrará en el sistema de abastecimiento mancomunado, lo que permitirá no solo mejorar la calidad, sino también garantizar el suministro ante posibles episodios de sequía o averías.
Desde el Ayuntamiento de Salamanca, que gestiona la ETAP, se ha destacado que la infraestructura tiene capacidad suficiente para absorber la demanda adicional sin que ello afecte al suministro de la ciudad. La planta, de hecho, se está modernizando y ya cuenta con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Duero para cubrir el incremento previsto ya que actualmente trabaja a tan solo el 50% de su capacidad.
La firma del convenio ha contado con la participación del propio Ayuntamiento de Salamanca, el de Santa Marta, la Diputación Provincial y la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), que se encargará de ejecutar las obras.
Según los plazos previstos, los trabajos comenzarán antes de que acabe este año, con el objetivo de que el nuevo sistema esté plenamente operativo durante el primer trimestre de 2026. El presidente de la Diputación, Javier Iglesias, ha remarcado que esta actuación "es un ejemplo de cómo la colaboración institucional puede cambiar la vida de miles de personas".
Con este proyecto, Santa Marta dejará atrás años de reclamaciones vecinales, análisis críticos y episodios de agua no potable. Lo que antes era un problema cotidiano para muchas familias, pronto será solo un mal recuerdo.