
Los presidentes de Castilla y León, Galicia y Asturias, Alfonso Fernández Mañueco, Alfonso Rueda y Adrián Barbón, reclamaron este martes en Santiago de Compostela una apuesta clara y urgente por el Corredor Atlántico y el desarrollo de infraestructuras clave en el noroeste peninsular. Durante su participación en el Foro del Noroeste, organizado por Prensa Ibérica en la Ciudad de la Cultura, los tres dirigentes coincidieron en que perder tiempo es perder oportunidades y denunciaron el olvido inversor del Gobierno central hacia esta zona.
Fernández Mañueco fue especialmente contundente al exigir al Ministerio de Transportes un impulso decidido y claro al Corredor Atlántico. “Desde hace al menos dos años y medio no se mueve ficha. Estamos en nuestro legítimo derecho de reclamar lo que nos corresponde”, denunció. El presidente de la Junta recordó que Castilla y León tiene proyectos pendientes como la reapertura de la línea Burgos-Aranda de Duero-Madrid, la mejora del nudo del Manzanal en la conexión con Galicia o la recuperación de la Ruta de la Plata.
El Corredor Atlántico conecta Castilla y León, Galicia y Asturias, tres comunidades que representan más del 25 % del territorio nacional, suman seis millones de habitantes y generan el 12% del PIB. A juicio de Mañueco, estas cifras evidencian la necesidad de infraestructuras ferroviarias modernas, redes energéticas avanzadas y conectividad digital que garanticen la igualdad real entre territorios.
Por su parte, el gallego Alfonso Rueda advirtió que el déficit en infraestructuras está condenando al noroeste a avanzar a menor ritmo que otras zonas del país. “España no puede permitirse ir a dos velocidades”, advirtió. El asturiano Adrián Barbón compartió esa visión y defendió la urgencia de equilibrar España territorialmente. Recordó además que la variante de Pajares, que une Asturias con León, está a punto de superar los dos millones de usuarios desde su apertura.
Uno de los ejes del foro fue el reto demográfico. Mañueco apeló a una reflexión a nivel europeo sobre el modelo de concentración de población en grandes ciudades, apostando por reforzar los servicios públicos en el medio rural, las políticas de conciliación y el aprovechamiento de suelo industrial. También reclamó que la energía no pase de largo por territorios como el noroeste y pidió al Gobierno central medidas para abaratar costes y atraer empresas.
Barbón, por su parte, aseguró que la despoblación sigue siendo el gran debate del noroeste, aunque señaló una leve mejora en las cifras. Defendió políticas activas para fomentar la natalidad, garantizar servicios y favorecer el retorno y llegada de migrantes. Además, pidió a la UE criterios más amplios para declarar zonas gravemente afectadas por la despoblación.
En Galicia, Rueda celebró que se haya alcanzado una población de 2,73 millones de habitantes, aunque reconoció que se sigue muriendo más gente de la que nace. “La solución no está solo dentro, también fuera. Tenemos que mirar al exterior, pero la migración debe ser ordenada”, subrayó.
Los tres presidentes también coincidieron en reforzar los lazos con el norte de Portugal. Mañueco abogó por tomar ejemplo del modelo gallego y potenciar los vínculos institucionales y económicos.