
Buenas noticias para la sanidad de Castilla y León. Después de cuatro años de mala racha, la comunidad logró cubrir por completo las 755 plazas MIR ofertadas este año, incluidas las 190 de Medicina Familiar y Comunitaria.
Este hito se enmarca en la tendencia nacional de este año. Por primera desde 2020 se cubrieron las 11.943 plazas de residencia ofertadas por el Ministerio de Sanidad.
Desde el Consejo de Colegios de Médicos de Castilla y León celebran esta mejora y la catalogan como "una noticia muy positiva". Sobre todo, en un área tan afectada como la atención primaria. Sin embargo, su presidente, José Luis Díaz Villarig, advierte que persisten problemas estructurales que afectan la cobertura de ciertas zonas rurales y especialidades, por lo que pide prudencia.
Además, Villarig subraya la necesidad de una planificación estatal coordinada entre comunidades autónomas. Todo con el objetivo de evitar desajustes entre el número de profesionales formados y las necesidades reales del sistema sanitario.
De no actuar, advierte Villarig, podríamos tener especialidades con parados; mientras que, paradójicamente, faltarían médicos de familia en todo el país.
La mayoría de plazas de Medicina de Familia en Castilla y León se adjudicaron en los últimos días del proceso, siendo la última una plaza en Ponferrada elegida a las 20:57 horas del martes. En la convocatoria anterior quedaron vacantes 81 plazas.
Causas detrás de la mejora
El Ministerio de Sanidad atribuye el éxito de la convocatoria a mejoras en la planificación formativa y a políticas de incentivo aplicadas recientemente.
Los nuevos residentes deberán incorporarse a sus destinos entre el 5 y 6 de junio, marcando el inicio de una nueva etapa que, aunque prometedora, aún requiere ajustes profundos para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.