Era un secreto a voces. La Junta de Castilla y León amplia la suspensión de ferias y mercados de ganado frente a la Dermatosis Nodular Contagiosa (DNC), una patología que afecta a las vacas y que está generando problemas en la comunidad autónoma de Cataluña. La medida, que se publicará mañana en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), mantendrá las restricciones al movimiento de reses hasta el 30 de noviembre, con el objetivo de evitar la propagación del virus.
Un riesgo real
Según explicó el portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, las limitaciones “son oportunas y necesarias dentro del riesgo existente”. Además, señaló que las restricciones se han consensuado con las principales organizaciones agrarias. “Existe un riesgo muy alto de transmisión a otras comunidades autónomas, por lo que es fundamental mantener la prevención”, aseveró el consejero en la rueda de prensa posterior al último Consejo de Gobierno.
Las restricciones
La prórroga impide la celebración de ferias, mercados y concentraciones ganaderas en toda la Comunidad, aunque introduce una excepción: los desplazamientos estarán permitidos cuando los animales pertenezcan a una única explotación ganadera y compartan el mismo código de identificación. De este modo, se autoriza el traslado y posterior retorno de las reses siempre que no exista contacto con animales de otras granjas.
Esta excepción permitirá también la celebración de festejos taurinos tradicionales, como el Toro Júbilo de Medinaceli (Soria), previsto para el 15 de noviembre, siempre que todos los animales implicados —el toro y los mansos— procedan de la misma ganadería. Fernández Carriedo recordó, no obstante, que la Junta “no organiza estos eventos, sino que establece las condiciones sanitarias para garantizar la bioseguridad”.
¿Qué es la DNC?
La Dermatosis Nodular Contagiosa es una enfermedad vírica que afecta a vacas y a otros animales como búfalos, antílopes y jirafas. Los principales vectores de transmisión son los insectos. Provoca fiebre al ganado, la aparición de nódulos en piel, mucosas y órganos y, en los casos más graves, la muerte.
No afecta a los seres humanos, pero puede provocar graves pérdidas económicas en el sector bovino y acarrea consigo importantes restricciones en la vida de carne, por lo que las autoridades insisten en extremar las medidas de vigilancia y evitar cualquier concentración que favorezca su expansión.