
A nivel climatológico, el 2025 ha sido difícilmente mejorable para los intereses del campo. El excelente comportamiento de los cielos han propiciado una cosecha "histórica" de cereal. No solo en Castilla y León, sino en toda España.
En provincias como Valladolid, los rendimientos han llegado a cifras récord, con zonas alcanzando los 8.000 kilos por hectárea en cereal de invierno, según indican desde algunas organizaciones agrarias. Una dinámica positiva que también se puede encontrar en otros puntos de la autonomía.
Además de unas condiciones climatológicamente favorables, estos excelentes rendimientos se explican con una mayor profesionalización del campo. Los productores son cada vez mejores y utilizan variedades más óptimas para sus cultivos. A ojos de Valentín García, coordinador de UCCL en Valladolid, es este punto el que está permitiendo "la supervivencia" del sector.
Buenos rendimientos, pésimos precios
Las buenas noticias que llegan tras las labores de siembra se ven empañadas con los bajos precios. La tonelada de cereal se paga, en muchos casos, por debajo de los 200 euros. Por ello, las organizaciones agrarias alertan de una "rentabilidad bajo mínimos", especialmente en zonas con rendimientos más modestos.
Juan Ramón Alonso, de ASAJA, lamenta que lo que debería ser un año "para hacer caja", en muchos casos vaya a ser una campaña de supervivencia para cubrir costes. Lo que "desmotiva" a muchos agricultores.
En el sur de Valladolid o en zonas más secas de Ávila, el rendimiento apenas permite cubrir costes, teniendo en cuenta el alza del precio de fertilizantes, gasóleo y seguros agrarios.
Según estimaciones de las OPAs, el coste medio por hectárea de cereal se sitúa por encima de los 700 euros. Lo que, prácticamente, obliga a estos rendimientos históricos para no perder dinero.