
El expediente de regulación de empleo, rubricado el pasado 25 de junio, fijaba plazos concretos: hasta el 7 de julio los empleados podían presentar solicitudes de traslado o salida voluntaria. A partir de ahí, la empresa tenía hasta el 11 y el 15 de julio para dar respuesta. Sin embargo, según denuncia el comité, Azucarera no ha cumplido con lo pactado, y ni siquiera se ha pronunciado oficialmente sobre quién saldrá, quién se queda, ni bajo qué condiciones.
Benigno Pérez, presidente del comité en La Bañeza y representante de UGT-FICA, asegura que esta falta de comunicación está dejando a muchos trabajadores en el limbo.
Pérez califica la situación de “caótica” y habla de una “falta total de respeto” por parte de la compañía.
Desde el comité también critican que la comisión de seguimiento del ERE, creada para velar por el cumplimiento del proceso, no haya registrado queja alguna, a pesar del creciente malestar entre los trabajadores. La sensación, dicen, es de abandono institucional y de opacidad en la gestión.