
Indiana Jones ya no es referencia. En el Día Internacional de la Arqueología, esRadio Castilla y León ha conversado con el arqueólogo Rafael Varón, al frente de ArkeoClio y cosecretario de la Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología. En una entrevista cargada de realismo, Varón desvela cómo ha cambiado la percepción de su profesión y cómo se vive realmente de la arqueología en Castilla y León en 2025.
El 90% de la arqueología no es la que imaginas
Según ha explicado Rafael Varón, alrededor del 90% del trabajo arqueológico en Castilla y León se realiza a diario, no solo en campañas de verano. "Supervisamos obras públicas, carreteras, parques eólicos... Hacemos arqueología preventiva para compatibilizar el desarrollo con la conservación del patrimonio", explica.
Ese trabajo menos visible implica también horas de archivo y laboratorio, y aunque confiesa que su parte favorita es el registro arqueológico, el equilibrio entre campo y gabinete es inevitable. “A veces deseo que deje de darme el sol para volver al informe”, afirma.
Arqueología como motor social y cultural
Con la despoblación rural como telón de fondo, Varóndefiende que la arqueología puede ser una vía de reactivación social: "El patrimonio nos hace únicos. No todo el mundo puede presumir de tener un yacimiento como el de Sasamón o una panera tradicional en su pueblo".
Subraya que poner en valor estos elementos históricos, incluso los más pequeños, puede reforzar el vínculo con el entorno y con la propia identidad: "La gente se queda donde se siente parte de algo. El patrimonio genera ese arraigo", ha declarado.
El problema de siempre: poca inversión y mucha desigualdad
El arqueólogo denuncia que muchas políticas públicas centran la inversión solo en monumentos ya consolidados, dejando fuera los elementos que no generan turismo inmediato. “No se trata de dejar de invertir en la Catedral de Burgos, pero ¿qué pasa con esas fuentes y lavaderos que también cuentan historias?”, plantea.
Además, destaca que la visibilidad del patrimonio depende de las subvenciones: “Si no hay paneles, señales o expertos que expliquen qué estamos viendo, ese patrimonio se vuelve invisible. Y lo que no se conoce, se pierde”, sentencia.
Los incendios, otro enemigo del patrimonio
Varón recuerda la reciente destrucción de parte de Las Médulas como ejemplo del impacto de los incendios en el legado cultural. “Cada hectárea quemada puede contener patrimonio enterrado, desde construcciones hasta restos que deberían estudiarse antes de regenerar el terreno”.
Defiende que la arqueología debe formar parte de la estrategia de prevención de catástrofes, y que es imprescindible un enfoque transversal en la gestión del territorio: “Todo es patrimonio, natural y cultural. El paisaje que vemos es el resultado de miles de años de interacción humana”.
Falta de plazas y apoyo institucional
Con solo tres plazas nuevas de arqueólogos creadas en los últimos años en Castilla y León, la situación es complicada. "Ni siquiera cubren las jubilaciones", apunta. Reclama más apoyo tanto a nivel administrativo como económico, y pone en valor la labor de los arqueólogos autónomos y empresas del sector: “Queremos ser parte activa en la revitalización de pueblos y comarcas”.
¿Vale la pena estudiar arqueología hoy?
"Yo intento vivir de mi vocación desde 2003", admite Rafael Varón. "Algunos meses las facturas son ridículas, pero la pasión por la historia te empuja a seguir". Recomienda a los jóvenes que se animen si sienten verdadera vocación, pero les advierte: "Es una profesión dura, pero necesaria".
La arqueología en Castilla y León no solo excava el pasado: construye futuro. Y en palabras de Varón, solo se protegerá lo que se conozca y se valore. Por eso, su trabajo —aunque invisible para muchos— es vital para comprender quiénes somos y hacia dónde vamos.va