Desde hoy, 250 municipios de Castilla y León tendrán que confinar a sus aves de corral. Así lo estipula la nueva normativa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que busca frenar la expansión de la gripe aviar ante el repunte de casos en Europa y el inicio de los movimientos migratorios de aves silvestres. En total, las restricciones afectan a 1.199 municipios en toda España, considerados zonas de especial riesgo o vigilancia.
Entre las medidas figura el confinamiento total o parcial de las aves de corral, la prohibición de dar agua o alimento en espacios abiertos, y la suspensión de ferias, exhibiciones y concentraciones de aves domésticas. También queda vetada la cría de patos y gansos junto a otras especies y el uso de aves silvestres como señuelo. El MAPA aclara que, si no es posible mantener las aves en espacios cerrados, las explotaciones deberán instalar mallas o dispositivos que impidan la entrada de pájaros migratorios, garantizando que el agua y la comida se administren en zonas protegidas.
Reacción de las OPAs
Desde la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), su responsable de Salud Avícola, Javier Velasco, valoró positivamente las medidas y pidió “no bajar la guardia”, a pesar de que la Comunidad lleva dos semanas sin nuevos contagios. Velasco recordó que los productores afectados por sacrificios masivos, cerca de dos millones de aves solo en Valladolid, tardarán al menos un año en recuperar la normalidad productiva.
El departamento que dirige Luis Planas ha activado todas las medidas de protección previstas en la Orden APA/2442/2006, en coordinación con las comunidades autónomas. El Ministerio insta a extremar la bioseguridad en las granjas y a notificar de inmediato cualquier sospecha de la enfermedad, con el fin de evitar que la influenza aviar se propague por el territorio nacional.