La Plataforma por el soterramiento en Valladolid subraya que la traza ferroviaria no es solo un problema de movilidad, sino también de cohesión social. Aseguran que la calidad de vida de los ciudadanos de Valladolid “depende de qué lado de la vía vivan” y que la permanencia del muro consolida un modelo con ciudadanos de primera y de segunda. Por eso, piden que el soterramiento se entienda como una inversión de justicia urbana y no solo como una obra de ingeniería.
TERCERA VÍA Y PUENTE ENCARNADO: DENUNCIA MEDIOAMBIENTAL
Otro de los puntos calientes es la tercera vía junto en La Esgueva y el entorno del Puente Encarnado. Según las denuncias trasladadas a esRadio Castilla y León, la plataforma pide la dimisión de la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, María Jesús Lafuente (CHD) por lo que califican de “grave atentado ecológico” en la zona, donde se están levantando grandes pilares de hormigón vinculados a la integración ferroviaria.
LA AMENAZA SOBRE VALLADOLID ALTA VELOCIDAD
Durante la rueda de prensa, la plataforma ha cargado contra la amenaza del Ministerio de Transportes de disolver la sociedad Valladolid Alta Velocidad, creada en 2002 para ejecutar el soterramiento. Según declaraciones recogidas por esRadio Castilla y León, Cecilio Vadillo y José Luis Lara sostienen que no existen “elementos objetivos” que justifiquen la disolución, más allá del interés del ministerio en mantener la integración en superficie.
La plataforma recuerda que los estatutos de Valladolid Alta Velocidad exigen un 75% de votos en el Consejo de Administración para poder disolver la sociedad, un porcentaje que no alcanza ninguna de las administraciones por separado, ni el Ministerio, ni el Ayuntamiento, ni la Junta de Castilla y León, según han explicado a esRadio Castilla y León los representantes de la plataforma.
EL CONVENIO DE 2017, EN EL CENTRO DE LA POLÉMICA
Los portavoces han vuelto a cargar contra el convenio firmado en 2017, que sustituyó el proyecto de soterramiento por la integración ferroviaria en superficie. Aseguran que aquel acuerdo se adoptó “en contra de la opinión pública” y sin contar con organizaciones sociales ni vecinales, según denuncian. Señalan que fue un pacto político que renunció al modelo de ciudad ligado al soterramiento. En ese convenio, recuerdan, se reconoce un valor del suelo superior a los 800 millones de euros y se detallan obras ya ejecutadas por unos 554 millones, con más de 400 millones abonados por la sociedad Valladolid Alta Velocidad. A cambio, el Ayuntamiento asume el 25% de la inversión en la llamada integración ferroviaria y entrega más de 70 hectáreas de suelo a Renfe y Adif, mientras se multiplican los túneles y pasarelas en lugar de suprimir el muro ferroviario.
LA “ESTACIÓN BURGUESA” Y LOS TÚNELES EN EL PUNTO DE MIRA
La plataforma ha remitido una carta al nuevo secretario general del PSOE en Castilla y León, Carlos Martinez, invitándole a visitar sobre el terreno los barrios más afectados por la traza ferroviaria: Delicias, Pajarillos, Pilarica o el entorno del 29 de Octubre. Quieren que vea de primera mano los efectos del actual modelo de integración ferroviaria en la vida diaria de los vecinos.En esa misma línea, la Plataforma por el Soterramiento pide que el ministro de Transportes Oscar Puente, el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta y el resto de administraciones vuelvan a sentarse a la mesa. Reclaman un diálogo real, que vaya más allá del cruce de declaraciones, y que permita explorar un calendario de soterramiento por fases, sin seguir adelante con la disolución de Valladolid Alta Velocidad ni con nuevas inversiones en túneles y obras que no resuelvan el muro ferroviario.
OBJETIVO: QUE LA CIUDAD NO SE RESIGNE
La Plataforma por el Soterramiento insiste en que no se resignará “a chantajes ni amenazas”, y anima a los vecinos a participar activamente en el debate sobre el futuro ferroviario de Valladolid. Uno de los focos de crítica se concentra en la nueva estación proyectada por el Ministerio, valorada inicialmente en más de 200 millones de euros. La plataforma la define como una “estación burguesa” que mira solo al centro de Valladolid y deja fuera a los barrios del Este, según las declaraciones recogidas por esRadio Castilla y León, sin resolver los problemas de accesibilidad ni la movilidad sostenible que reclaman los vecinos.
En la misma línea, la Plataforma por el Soterramiento considera que obras como el túnel de Padre Claret o los pasos subterráneos previstos en el convenio de integración “no aportan integración real” y, en algunos casos, incluso han complicado los desplazamientos cotidianos. Como ejemplo, citan el entorno de Rafael Cano, donde los trayectos se han alargado para muchos residentes, pese a la inversión realizada en la supuesta integración ferroviaria.
LA PROPUESTA: SOTERRAMIENTO POR FASES Y ESTACIÓN SOTERRADA
Frente al actual plan, la plataforma plantea un soterramiento por fases que consideran “técnica y económicamente asumible”. La propuesta incluye una estación soterrada de trenes, una estación soterrada de autobuses y un primer tramo de unos 2,5 kilómetros en dirección norte, que afectaría directamente a Delicias, Pajarillos y Pilarica.En una segunda fase, se completaría el soterramiento hacia el sur. La plataforma sostiene que una estación soterrada, valorada en el convenio original en torno a 70 millones de euros, más esos primeros kilómetros podría rondar los 350 millones “tirando por lo alto”. A esto suman que la propia sociedad Valladolid Alta Velocidad reconoce tener más de 100 millones de euros en caja, lo que, a juicio de la plataforma, desmiente que el obstáculo sea exclusivamente económico