La trama eólica pasa de los juzgados al parlamento autonómico. El último pleno de las Cortes de Castilla y León estuvo marcado por un clima tensión a raíz de la comparecencia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, para dar explicaciones sobre este presunto caso de corrupción en la adjudicación de parques eólicos en la comunidad.

El jefe del Ejecutivo insistió en que “nada tuvo que ver” con los hechos investigados y redujo el debate a “ruido” motivado por la proximidad electoral, al tiempo que afeó al PSOE, parafraseando la intervención del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hacia el socialista José Luis Ábalos - actualmente en prisión - aseguró que “para venir a dar lecciones, hay que estar en condiciones de darlas”.

Todos contra Mañueco

La comparecencia sirvió para alinear a toda la oposición en su contra. La socialista Patricia Gómez Urbán aseguró que Mañueco “siempre estuvo ahí” y lo acusó de haber “convivido” con la corrupción durante los años en los que formó parte de la Junta y de la dirección autonómica del PP. 

A su juicio, el presidente actuó como una “pieza clave” de un engranaje que alumbró casos como la Perla Negra, los terrenos de Portillo o la propia trama eólica, y le reprochó que optara por “esconderse” cuando se conocieron los hechos.

Desde Vox, David Hierro mantuvo un tono crítico y cuestionó que el presidente desconociera lo que calificó como un “rumor que conocía todo el mundo”. Aseguró que solo caben dos opciones: “O miente o fue un incompetente”, aunque matizó que no considera a Mañueco “un corrupto de los de mangar”. 

También arremetió contra el PSOE por sus propios casos de corrupción, en un debate que se convirtió en un cruce constante de acusaciones.

Mientras, el presidente afirmó que se trata de un “espectáculo de ruido” incapaz de aportar nada útil a los ciudadanos, y volvió a reivindicar su “total ajenidad” a la trama. Según dijo en los pasillos, es solo eso: “ruido”.

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