
El pleno de las Cortes de Castilla y León ha dado luz verde al nuevo techo de gasto no financiero para 2026, que asciende a 14.183 millones de euros, una cifra récord en la historia autonómica. La aprobación, sin embargo, llegó por la mínima, gracias al voto favorable del Grupo Popular y dos procuradores no adscritos, junto con la abstención del PSOE, Soria ¡YA! y Por Ávila.
UN TECHO DE GASTO “REALISTA Y PRUDENTE”
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, defendió ante la Cámara un techo de gasto “realista y prudente” que, según sostuvo, servirá de base para el nuevo proyecto de Presupuestos de Castilla y León. Carriedo apeló al diálogo: “Tendemos la mano a todos los grupos para alcanzar un buen acuerdo que aporte estabilidad y confianza”, afirmó.
El nuevo límite de gasto supone un incremento del 5,14 % respecto a 2025, con un aumento de 692 millones de euros, y contempla un crecimiento del PIB del 2,2 % y una tasa de paro del 8 %.
LA OPOSICIÓN DENUNCIA “CHAPUZAS” Y “FALTA DE DIÁLOGO”
Desde la oposición, las críticas no se hicieron esperar. El socialista José Francisco Martín acusó al Gobierno autonómico de presentar unas cuentas “concebidas pero no nacidas” y sin voluntad real de negociación. Por su parte, Carlos Menéndez (Vox) tachó el techo de gasto de “ficción contable”. Desde Soria ¡YA!, Ángel Ceña citó a Séneca para advertir que los presupuestos están “condenados al fracaso” si no se cambia el rumbo político.
¿Y AHORA QUÉ? LAS CLAVES DE LO QUE VIENE
Con la aprobación del techo de gasto, la Junta deberá registrar un nuevo proyecto de Presupuestos Generales para 2026, tras la inadmisión del anterior.El debate sobre las nuevas cuentas será decisivo para medir la capacidad de consenso del Ejecutivo antes de las elecciones autonómicas previstas para marzo de 2026.
Los próximos meses se presentan como una prueba de fuego: o se logra un acuerdo presupuestario sólido, o Castilla y León afrontará el año electoral en un clima de bloqueo político y presupuestario.