El consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, y representantes de las cuatro universidades públicas de Castilla y León, participan en la presentación del Programa Universidad Empresa Talentocyl. R.Valtero
El consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, y representantes de las cuatro universidades públicas de Castilla y León, participan en la presentación del Programa Universidad Empresa Talentocyl. R.Valtero

La Junta de Castilla y León ha dado luz verde a una ambiciosa subvención de 805.000 euros dirigida a las cuatro universidades públicas de la Comunidad. El objetivo: lanzar el Programa Universidad-Empresa TalentoCyL, que integrará de forma estructural la conexión con el tejido empresarial en los planes de estudio de grados y postgrados a partir de febrero de 2026.

Según ha declarado el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, uno de los principales retos detectados por el Plan del Talento es que “muchos estudiantes desconocen el potencial empresarial de la Comunidad y optan por trabajar fuera al finalizar sus estudios”.

 

El nuevo enfoque, enmarcado en el Plan de Acción Integral de Talento 2024-2027, tiene un objetivo claro: fidelizar el talento joven y facilitar su inserción en el mercado laboral sin necesidad de abandonar la región.

CHARLAS, CERTIFICADOS Y TFG CON EMPRESAS

Entre las novedades más destacadas está la introducción de sesiones formativas en las universidades, enfocadas en la elaboración de los Trabajos de Fin de Grado (TFG) con participación directa de empresas. Estas experiencias estarán avaladas con un certificado de transferencia, que podrá ser presentado por los estudiantes en futuras entrevistas de trabajo como valor añadido de empleabilidad.

El vicerrector de Transferencia, Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Salamanca, Federico Bueno, destacó que esta iniciativa representa un cambio de paradigma: “Queremos que el alumnado pueda conectarse con la empresa en diferentes etapas de su formación”, afirmó.

SE ACABÓ FORMARSE PARA IRSE: EL TALENTO SE QUEDA EN CASA

La iniciativa pretende romper esta desconexión y mostrar desde el inicio de los grados universitarios que existen empresas punteras en Castilla y León capaces de ofrecer salidas laborales en sectores como la robótica, automoción, industria farmacéutica o tecnologías alimentarias.

“Queremos que las empresas conozcan a nuestros estudiantes, pero también que se inserten en su proceso formativo”, puntualizó Federico Bueno, en representación de las universidades de Burgos, León y Valladolid.

UNA ESTRATEGIA QUE INCLUYE A PRIMERO, SEGUNDO… Y POSTGRADOS

El programa TalentoCyL se dividirá en dos fases según el curso académico. En Primero y Segundo, los estudiantes participarán en actividades de conexión inicial con el tejido productivo, mientras que en Tercero, Cuarto y másteres, la relación con las empresas será más intensa, con sesiones prácticas y colaborativas sobre casos reales de negocio.

Además, se habilitarán espacios al inicio del segundo cuatrimestre para que las empresas participen en la orientación de los TFG, buscando una experiencia formativa compartida entre universidades y el mundo productivo.

TALENTOCYL: UN PLAN GLOBAL PARA EL FUTURO LABORAL DE LA COMUNIDAD

El programa forma parte del ambicioso Plan de Acción Integral de Talento 2024-2027, dotado con 348 millones de euros, del que ya se ha ejecutado casi un 48%, según explicó el consejero Carriedo durante la presentación. En sus cuatro ejes (entorno facilitador, crecimiento, excelencia y sociedad activa), el plan articula múltiples iniciativas para hacer de Castilla y León un lugar donde formarse, emprender y quedarse.

Entre ellas se encuentran medidas como:

  • El Banco de proyectos innovadores en zonas rurales.
  • La formación en transición energética y digitalización.
  • La Feria Virtual del Talento, que proyecta las oportunidades de la Comunidad a nivel nacional e internacional.

UNA UNIVERSIDAD QUE MIRA AL FUTURO Y A SU ENTORNO

Desde las universidades implicadas se insiste en que este programa supone un paso más hacia una universidad conectada, útil y cercana al mercado laboral. “No se trata solo de formar, sino de orientar y fidelizar el talento”, concluyó Federico Bueno.

La conexión universidad-empresa deja así de ser un eslogan para convertirse en una herramienta real y certificada de empleabilidad, que podrá marcar la diferencia en la vida laboral de miles de jóvenes de Castilla y León.

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