
Nervios, repasos de última hora, cuchicheos en los pasillos y apuntes en mano. Más de 11.100 estudiantes de Castilla y León se enfrentan estos días a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Un examen vital, ya que determinará que carrera podrán cursar el próximo año.
Pese a la inquietud inicial, muchos de los jóvenes salieron de las aulas con sensación de alivio, sobre todo tras enfrentarse al primer examen de Lengua, donde tuvieron que analizar a clásicos como Valle-Inclán o Cela.
Cambio de formato
La PAU 2025 llega con importantes novedades. Después de cinco años se deja atrás a la EBAU 'covid', formato que permitía realizar un examen más "a la carta", con numerosas opciones donde elegir para las alumnos lo que dejaba la puerta abierta a no estudiar todo el temario.
Además se prioriza menos la memorización y más el razonamiento. Las preguntas abiertas y competenciales protagonizan el nuevo modelo, y solo el 30 % de los ítems pueden ser de respuesta cerrada. Desde el profesorado, se reconoce que el tiempo de preparación ha sido escaso, aunque confían en el nivel de los estudiantes.
La consejera de Educación, Rocío Lucas, destacó que esta convocatoria supone “un paso más hacia la prueba única nacional”, gracias a un modelo homogéneo acordado por 12 comunidades autónomas.
Además, valoró positivamente el incremento del 1,2 % en el número de alumnos. Un hecho que, a su juicio, refleja el interés creciente por acceder a estudios universitarios.
Valle-Inclán y Cela se cuelan en el examen de lengua
El pistoletazo de salida de esta PAU 2025 la dio el examen de Lengua castellana y Literatura. Los estudiantes han tenido que realizar un comentario de texto sobre un editorial de El País, que habla sobre la universidad pública.
Además de la sintaxis o la morfología, también tocaba analizar un texto de La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, o Luces de Bohemia, de Ramón Valle-Inclán.

Posteriormente, los estudiantes se enfrentaron a la prueba de Historia de la Filosofía, donde eligieron entre Descartes o Marx. Por la tarde, llegaron asignaturas optativas como Geografía, Química o Dibujo Técnico.
El miércoles seguirá el turno de materias como Inglés, Historia de España o Biología, y la PAU se cerrará el jueves con Matemáticas II, Latín o Ciencias Generales.
Apoyo psicológico
En paralelo, universidades como la de Valladolid reforzaron el acompañamiento emocional habilitando puntos de atención psicológica para quienes lo necesiten.
“Más que cifras, esto va de personas”, recordaba Cristina de la Rosa, vicerrectora de Estudiantes, al valorar el esfuerzo de alumnos y personal docente.