La Audiencia Provincial de Soria ha absuelto al exalcalde de El Burgo de Osma, Miguel Cobo, del delito de falsificación de documentos privados por el que fue condenado en primera instancia el pasado mes de marzo. Entonces, el Juzgado de lo Penal lo sentenció a seis meses de cárcel por firmar presuntamente en nombre de su compañero de partido Luis Cuesta en un documento político de alternancia en la alcaldía con el PSOE.
Además de la pena de prisión, Cobo debía indemnizar a Cuesta con 1.000 euros. Sin embargo, la Audiencia ha estimado el recurso del exalcalde y ha revocado la condena, alegando falta de
pruebas concluyentes.
LA PRUEBA CLAVE: UNA FOTOGRAFÍA DE MALA CALIDAD
El tribunal considera que las pruebas periciales grafológicas presentadas en el juicio no son determinantes, al analizarse solo una fotografía digital del supuesto documento original. En palabras de la sentencia: «No tenemos la certeza de que se llegara a redactar concretamente el documento que se denuncia, ni mucho menos que se firmara en nombre de terceros».
El fallo también subraya que la imagen presentada «impide dar por acreditado el contenido y las firmas que aparecen en el mismo», lo que imposibilita emitir una sentencia condenatoria firme.
DECLARACIONES CONTRADICTORIAS Y TESTIGOS EN DUDA
Uno de los elementos centrales del caso fue la declaración del concejal socialista Martín Navas, quien aseguró que «imaginó» que Cobo había firmado por Cuesta, pero sin afirmarlo con rotundidad. En su momento declaró como investigado, por lo que, según la Audiencia, podía faltar a la verdad.
Otros testigos, también concejales del Ayuntamiento, afirmaron que ese día se les pidió permiso para firmar en su nombre, y lo autorizaron. Estas declaraciones generaron una situación de versiones contradictorias, que debían ser evaluadas junto al resto de pruebas, insuficientes según el tribunal.
PERITOS COINCIDEN: DOCUMENTO DIGITAL, EDITABLE Y NO FIABLE
Durante el juicio de apelación, tres peritos coincidieron en que el documento era digital, escaneado y de baja calidad. Uno de ellos, designado por el tribunal, afirmó que el archivo era «fácilmente manipulable» y «editable digitalmente», por lo que no era válido para certificar la autoría de las firmas.
Este punto fue clave en la absolución de Miguel Cobo, ya que eliminó cualquier certeza jurídica sobre la veracidad del documento.
"LA JUSTICIA HA DADO LA RAZÓN A LA VERDAD"
Tras conocerse el fallo, Cobo declaró a esRadio Castilla y León: «Siempre he dicho que tenía la conciencia tranquila, sabía lo que había hecho y me parecía injusto que algunas personas me utilizaran para limpiar su imagen». Añadió que se siente «contento» porque «la Justicia ha dado la razón a la verdad».
Por ahora, contra la sentencia cabe recurso ante el Tribunal Supremo, aunque la resolución de la Audiencia deja claro que «no existen motivos bastantes» para mantener la condena.