
Castilla y León ha presentado su nueva Estrategia de Eficiencia Energética (EEE-CyL-2030), un ambicioso plan con el que prevé reducir un 45% el consumo de energía final para el año 2030. La cifra supera con holgura tanto el objetivo europeo (38%) como el nacional (43%), según ha podido conocer esRadio Castilla y León en informaciones recogidas de la Agencia Ical.
La iniciativa movilizará una inversión total de 13.271,9 millones de euros durante los próximos seis años, con un presupuesto público previsto de 1.712,5 millones. El ahorro energético estimado alcanzará los 2.796,81 kilotoneladas de petróleo equivalente al año (ktep/año).
TRANSPORTE Y INDUSTRIA, CLAVES EN LA TRANSFORMACIÓN
El sector del transporte será el principal motor del ahorro, con un 40,8% del presupuesto público (699 millones) y una inversión asociada de más de 10.400 millones. Le sigue el ámbito terciario y la administración pública, con 460 millones en ayudas y el industrial, con 222,6 millones.
Los combustibles líquidos serán los que más contribuirán al ahorro, seguidos por el gas natural y la electricidad. El transporte, la industria, el sector residencial y el terciario serán los que lideren el descenso del consumo.
PREVISIONES: INVERSIÓN, AHORRO Y EMPLEO
Según los cálculos del plan, la estrategia permitirá una reducción media del 24,6% en energía final, un 24,7% en energía primaria y un 23,4% en emisiones de CO2 en el periodo 2020-2030. Si se compara con el escenario tendencial histórico, sin medidas, la caída llegaría al 45%.
En términos de empleo, el impacto será notable. Bajo las estimaciones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), podrían generarse hasta 46.000 puestos de trabajo directos e indirectos en sectores clave como el transporte, la industria o la edificación.
MEDIDAS DESTACADAS POR SECTOR
INDUSTRIA
El sector industrial contará con tres medidas financiadas por el Gobierno y la Junta, con 222,59 millones. Incluirán mejoras tecnológicas, sistemas de gestión energética, formación y proyectos con tecnología eficiente y replicable. También se reforzará el registro de auditorías y empresas energéticas.
AGROGANADERÍA
El sector agroganadero dispondrá de una única medida estatal, dotada con 112,90 millones de euros, para modernizar el riego agrícola, renovar maquinaria, mejorar procesos térmicos en explotaciones e impulsar la eficiencia energética en instalaciones.
RESIDENCIAL DOMÉSTICO
Para viviendas se destinan 215,87 millones, orientados a la rehabilitación energética de edificios, sustitución de calderas antiguas, electrodomésticos eficientes, redes térmicas renovables y herramientas digitales de certificación.
SECTOR TERCIARIO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Con 281,71 millones, se ejecutarán siete medidas, entre ellas la puesta en marcha de 15 redes de calor, en municipios como Medina del Campo, Salamanca, Ponferrada, León y Segovia, y la implementación de sistemas de digitalización energética en edificios públicos.
TRANSPORTE
Se desplegarán seis medidas clave, con el mayor presupuesto público. Incluyen zonas de bajas emisiones, movilidad sostenible, autopistas ferroviarias, electrificación de líneas, renovación de flotas, impulso del vehículo eléctrico y accesos logísticos ferroviarios.
UNA APUESTA POR LA INNOVACIÓN Y LA FORMACIÓN
Además de las inversiones sectoriales, la estrategia contempla medidas de innovación y formación. Se invertirán 5,8 millones en I+D+i, 930.000 euros en formación, 1,45 millones en comunicación y 270.000 euros en apoyo técnico institucional.
Tecnologías como la nanocelular en edificación o la purificación de aire en interiores son algunas de las propuestas innovadoras que se probarán durante el desarrollo del plan.
BALANCE DE LA ESTRATEGIA ANTERIOR
La anterior Estrategia de Eficiencia Energética 2020 logró una reducción de emisiones de 2,9 millones de toneladas de CO2, superando en un 16,7% su objetivo. En energía final, se alcanzó un cumplimiento del 88,17% con respecto al ahorro previsto.
Según recoge la nueva estrategia, el consumo de energía primaria ha descendido un 11% entre 2014 y 2023, gracias al cierre de centrales térmicas y el auge de energías como la eólica y la solar fotovoltaica.
CASTILLA Y LEÓN, A LA CABEZA DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Con este nuevo plan, Castilla y León se posiciona como una de las comunidades autónomas más ambiciosas en eficiencia energética de toda Europa. Su apuesta por la sostenibilidad, la innovación y el ahorro no solo superará los objetivos fijados por España y la UE, sino que también podría convertirse en un modelo de transición energética para el resto del país.