La organización agraria ASAJA ha denunciado con la "situación de emergencia que viven los cerealistas de Castilla y León y de España". Así lo ha asegurado el presidente de Asaja Valladolid, Juan Ramón Alonso. "La avalancha de cereal importado -fundamentalmente procedente de Ucrania- está hundiendo los precios en origen y empujando a miles de explotaciones familiares a la ruina, mientras el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León mantienen una inaceptable pasividad en fronteras y mercados interiores", ha señalado.
España se ha convertido en el principal receptor masivo de grano ucraniano en la Unión Europea. En 2024 se importaron más de diez millones de toneladas, tras la eliminación de aranceles decidida por Bruselas "para favorecer a Ucrania". "Esta avalancha ha hundido los precios en origen, saturado los puertos y desbordado cualquier capacidad de control", ha asegurado.
Las autoridades europeas ya tuvieron que articular medidas de emergencia en 2023 para Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, con un paquete de apoyo extraordinario aprobado por la Comisión Europea precisamente para compensar la distorsión provocada por el aumento de las exportaciones ucranianas. "Que esos países recibieran ayudas y medidas excepcionales es el precedente que ahora exigimos para España", ha reclamado.
Alonso ha señalado que no pueden "tolerar la entrada masiva de cereal producido bajo marcos de exigencia fitosanitaria, ambiental y laboral mucho más laxos que los impuestos a nuestros agricultores europeos".