
El fuego no solo arrasa los montes de Castilla y León. Este viernes por la mañana, también ardió a las puertas del Parlamento autonómico. Decenas de bomberos forestales protagonizaron una impactante protesta frente a las Cortes de Castilla y León, quemando paja y neumáticos para exigir la dimisión del presidente Alfonso Fernández Mañueco y del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
Uno de los momentos más gráficos fue cuando un bombero arrojó al fuego un cartel con la cara del consejero Suárez-Quiñones, en señal de repulsa por lo que consideran una gestión ineficaz y privatizadora del operativo antiincendios.
“Estos incendios eran inevitables, pero no imprevisibles”
Durante el acto se leyó un manifiesto colectivo, firmado por decenas de entidades. En él, se acusó a la Junta de ser responsable de una “pérdida irreparable” de patrimonio natural y humano. Nombres como los de los dos voluntarios y el bombero fallecido resonaron en medio de un silencio sobrecogedor, roto después por un emotivo aplauso.
Las imágenes de parajes arrasados, como Las Médulas o la Sierra de la Culebra, sirvieron para recordar que el drama de los incendios forestales no es nuevo, pero sí creciente. “Se sabía que esto podía pasar, pero no se hizo nada”, afirmaron varios asistentes.
Sindicatos: “Esto no es un negocio, es un servicio público”
Portavoces de CCOO, UGT, CSIF y la Asociación de Bomberos Forestales tomaron la palabra para señalar lo que consideran el verdadero problema: la privatización encubierta del operativo. Javier García, responsable federal del sector en UGT, lo explicó con claridad: “No podemos seguir con un sistema que prioriza lo económico. La extinción y la prevención deben ser públicas”. En declaraciones recogidas por esRadio Castilla y León, García recordó que este verano “ha muerto gente, se han perdido viviendas y explotaciones ganaderas”, insistiendo en que la situación actual es insostenible.
Un clamor que apunta a la Junta
Mientras tanto, el clima político se calienta. Toda la oposición, excepto Vox, ha pedido la dimisión de Mañueco y Suárez-Quiñones en el próximo pleno, previsto como un cara a cara sin límite de tiempo entre el presidente y los portavoces. El Partido Popular, por su parte, ha acusado a los grupos críticos de utilizar “el dolor como arma electoral”.
Una protesta llena de fuego, ruido y rabia
La manifestación contó con el respaldo de más de una veintena de sindicatos, partidos políticos, asociaciones vecinales y colectivos ciudadanos.
Los manifestantes, equipados con chalecos reflectantes, cascos y herramientas de extinción, encendieron pequeños fuegos controlados y desplegaron pancartas con lemas contundentes: “Más bomberos, menos toreros”, “Mala gestión, Quiñones dimisión” o “El despilfarro eres tú”. El humo negro cubrió durante minutos la sede parlamentaria, en una imagen tan simbólica como crítica. “Ahora ya veis lo que es el humo en primera persona”, gritaban.