En cuestión de 20 minutos, todo el trabajo de un año puede esfumarse. Es lo que le ha ocurrido a cientos de agricultores de la provincia de Valladolid. Las tormentas veraniegas no dan tregua y han asolado, primero, la comarca del Valle de Esgueva y, después, la localidad de Medina de Rioseco.
El peor enemigo del campo: el pedrisco
Las tormentas de los últimos días han venido acompañadas de pedrisco. Estas piedras de granizo, en algunos casos del tamaño de pelotas de golf, son capaces de destruir todo a su paso. Sobre todo, los granos de los cereales de invierno.
El agua también daña, pero no tanto, explican los agricultores. En localidades como Castroverde de Cerrato (en la zona de Esgueva) el temporal ha destruido el 60% de la cosecha.
Según estimaciones, cerca de 80 agricultores se han visto afectados y ya trabajan para tramitar la declaración de zona catastrófica. Carlos Duque, uno de los damnificados, afirma no haber visto un temporal así "nunca en la vida" y lamenta las pérdidas sufridas.
Los efectos en Medina de Rioseco
El temporal también ha golpeado duramente a la localidad de Medina de Rioseco. Entre las cinco y las seis de la tarde del jueves 3 de julio, una intensa tromba de agua generó numerosas incidencias en el municipio.
Y también en el campo, donde los daños son igualmente preocupantes: entre 800 y 1.000 hectáreas afectadas y pérdidas que podrían alcanzar entre el 50% y el 90% de la producción, según las primeras estimaciones de ASAJA Valladolid.
Juan Ramón Alonso, presidente de la organización y agricultor en la zona, alerta de que el granizo ha sido de nuevo el factor más destructivo. Afirma que la tromba ha llegado "en el peor momento".
Aunque aún se evalúan los daños, de momento en tierras riosecanas no se contempla solicitar zona catastrófica, pero la preocupación crece con las previsiones de nuevas tormentas para las próximas jornadas.