Todas las naciones, y todos los ciudadanos, sueñan con tener la educación perfecta. La realidad es que es muy difícil tenerla, por muchos factores. Aunque en verdad que algo sea perfecto es un sueño idílico inalcanzable.
En España tenemos grandes profesionales, buenos centros y un sistema de enseñanza notable. Una buena fórmula, aunque la tercera cuestión todavía tiene mucho margen de mejora. Algo que redunda directamente al sistema político español a través de sus instituciones.
Esta semana en esEuropa hemos hablado con una profesora vallisoletana de francés que nos ha comparado el sistema educativo español y el francés a la hora de acceder a la universidad pública. Un sistema de notas de corte en el que los alumnos “se juegan” gran parte de su nota en un solo día, ya sea este bueno o malo, es lo que impera en España. Sin embargo, en Francia, existe un modelo “más complejo” en el que un comisionado evalúa sus capacidades a la hora de ingresar a estos estudios superiores.
¿Cuál es el sistema ideal? “Todos tienen sus fallos”, asegura García. Lo que está claro es que ahora mismo los estudiantes tienen muchos nervios de cara a esa Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) española.