No hay nada más devastador que las consecuencias de la guerra. Tanto económicas, como políticas, pero sobre todo humanas. La guerra entre Rusia y Ucrania, o mejor dicho, la invasión de Rusia sobre Ucrania comenzó el pasado 24 de febrero de 2022. Recientemente se han cumplido 2 años de esa fecha.
Parecía que la paz iba a llegar pronto pero eso no ha sido así. La guerra continúa y según se ha dado a conocer por ahora 31.000 soldados ucranianos han perdido la vida en combate. En gran parte personas muy jóvenes que incluso muchos han sido “obligados” a ir al frente. Y esos son los números solo de un bando. Imagínate cuántos han sido en ambos ejércitos y cuanta población civil también ha fallecido. Una pena.
Pero la verdadera pena es que las instituciones europeas no muevan ficha para parar de una vez por todas este conflicto. Y que se base únicamente a pedir un alto al fuego. Como ocurre también con la guerra entre Israel y Palestina. En esEuropa Francisco Fonseca, director del Instituto de Estudios Europeos.